LA VIDA BAJO EL NUEVO PACTO                                              «Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel. Después de aquellos días, dice el Señor: PONDRÉ MIS LEYES EN SUS CORAZONES, Y EN SUS MENTES LAS ESCRIBIRÉ; Y seré a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo; Y ninguno enseñará a su prójimo, Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor; Porque todos me conocerán, Desde el menor hasta el mayor de ellos. Porque seré propicio a sus injusticias. Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades» (Hebreos 8:10-12)

 

Buenos días a todos mis amigos, hermanos, colegas y maestros, la reflexión en esta mañana nos lleva a analizar el estilo de vida de un cristiano que vive bajo el nuevo pacto, y nuevamente les invito de todo corazón para que lean con calma este mensaje de esperanza. Y la vida del nuevo pacto se caracteriza por la experiencia y la existencia diaria de Cristo en el corazón del creyente. Jesús prometió que los de limpio corazón verán a Dios (Mateo 5:8). La promesa del nuevo pacto es que Dios escribirá Su ley en nuestros corazones (Jeremías 31:33; Hebreos 10:16,17). Y la fe es el medio por el cual Cristo habita en los corazones humanos (Efesios 3:17), y esta fe provoca una respuesta de obediencia amorosa a sus palabras (Juan 14:23).

 

Recordando las características del NUEVO PACTO:

1) En el NUEVO PACTO, la Ley de los DIEZ MANDAMIENTOS es la misma pero ESCRITA en la MENTE y en el CORAZÓN del creyente, ya no en Tablas de Piedra para que ser observada de forma exterior sino de forma interior. Por eso cuando Cristo Jesús estuvo en la tierra dijo: “Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14:15). “Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor” (Juan 15:10).

Cristo Jesús guardó todos los mandamientos de la Ley de Dios, su Padre, los cuales son: 1º) No tendrás dioses ajenos delante del mí. 2º) No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que está arriba en el cielo, ni en la tierra ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás ante ellas ni les darás culto... 3º) No tomarás el nombre del Señor tu Dios en vano. 4º) Acuérdate del día sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, más el séptimo día es sábado para el Señor tu Dios…No hagas en él obra alguna, … porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra y reposó el día séptimo. Por tanto, el Señor bendijo el día sábado y lo santificó. 5º) Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. 6º) No matarás. 7º) No cometerás adulterio. 8º) No Robarás. 9º) No hablarás contra tu prójimo falso testimonio. 10º) No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo (Éxodo 20:3-17).

Jesús nunca cambió la Ley de Dios, como dice la Escritura: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido” (Mateo 5:17-18). Sino todo lo contrario, explicó cómo se deben guardar los mandamientos de Dios, diciendo: “Ustedes han oído que se dijo a sus antepasados: “No mates, y todo el que mate quedará sujeto al juicio del tribunal”. Pero yo les digo que todo el que se enoje con su hermano quedará sujeto al juicio del tribunal. Es más, cualquiera que insulte a su hermano quedará sujeto al juicio del Consejo. Y cualquiera que lo maldiga quedará sujeto al fuego del infierno” (Mateo 5:21-22). “Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo 5:27-28). Por lo tanto, la Ley de Dios o el Nuevo Pacto está en el corazón de todo aquel que CREE en Jesús.

 

2) En el NUEVO PACTO ya no se requiere un Santuario Terrenal sino un SANTUARIO CELESTIAL. En la tierra, de acuerdo a las Escrituras todos los que aceptan a Cristo Jesús son Templo del Espíritu Santo y Dios mora en ellos. Dice la Escritura: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (1ª Corintios 6:19-20). A partir del tercer día, después de su resurrección, sus seguidores creerían en él y ahora la morada de Dios ya no iba a estar en el Templo de Jerusalén, simbolizado por los sacrificios sino en cada creyente que acepta a Cristo como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

 

Jesús ahora se encuentra en el Santuario Celestial ministrando en nuestro favor. Dicen Las Escrituras: “Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre”…“Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas” (Hebreos 8:1-2, 6). “Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios” (Hebreos 9:24). Por eso, Jesús es el Fiador y Mediador del Nuevo Pacto (Hebreos 7:22). Por lo tanto, tengamos la confianza de que hay un Amigo que Intercede por nosotros (Romanos 8:34), que Medía por nosotros (1ª Timoteo 2:5), y que Aboga por nosotros (1ª Juan 2:1). Y que finalmente, vendrá como Juez de vivos y muertos para darnos la recompensa de la vida eterna.

 

3) En el NUEVO PACTO ya no se requieren SACRIFICIOS porque Cristo Jesús fue el sacrificio perfecto para el PERDÓN de los pecados tanto del Israel literal como el Israel espiritual. Jesús es el Único sacrificio aceptado ante el Padre para ser perdonados y borrados todos nuestros pecados. Dice la Escritura: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas” (Juan 3:16-19). “En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados; pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios” (Hebreos 10:10-12).

 

Por lo tanto, LA VIDA DEL CREYENTE DEL NUEVO PACTO se caracteriza por:

 

1) UNA VIDA DE ORACIÓN CONSTANTE. Como tenemos una Guerra Espiritual constante, necesitamos orar todos los días para vencer las batallas de la fe, para vencer las pruebas o tentaciones que el enemigo nos pone, para obedecer la Palabra de Dios con un “Escrito Está” o “Así dice el Señor” y para ejercer la autoridad que nos da Cristo en esta tierra. Como Él dijo: “Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10:8). Hay un dicho cristiano que dice: Más oración, mayor poder; menos oración menor poder.

 

Dice una escritora: “Nadie que no ore puede estar seguro un solo día o una sola hora. Debemos sobre todo pedir al Señor que nos dé sabiduría para comprender su Palabra. En ella es donde están puestos de manifiesto los artificios del tentador y las armas que se le pueden oponer con éxito. Satanás es muy, hábil para citar las Santas Escrituras e interpretar pasajes a su modo, con lo que espera hacernos tropezar. Debemos estudiar la Biblia con humildad de corazón, sin perder jamás de vista nuestra dependencia de Dios. Y mientras estemos en guardia contra los engaños de Satanás debemos orar con fe diciendo: "No nos dejes caer en tentación” (Elena de White: Conflicto de los Siglos, p. 585). “Satanás no puede soportar que se recurra a su poderoso rival, porque teme y tiembla ante su fuerza y majestad. Al sonido de la oración ferviente, toda la hueste de Satanás tiembla. El continúa llamando legiones de malos ángeles, para lograr su objeto. Cuando los ángeles todopoderosos, revestidos de la armadura del cielo, acuden en auxilio del alma perseguida y desfalleciente, Satanás y su hueste retroceden, sabiendo perfectamente que han perdido la batalla. Los voluntarios súbditos de Satanás son fieles, activos y unidos en un propósito, y aunque se aborrecen y se hacen guerra mutuamente, aprovechan toda oportunidad para fomentar su interés común. Pero el gran General del cielo y de la tierra ha limitado el poder de Satanás” (E. White: Joyas de los Testimonios. Tomo 1, p. 122).

 

2) UNA VIDA DE CONSTANTE ESTUDIO DE LAS ESCRITURAS. La Biblia desenmascara todos los engaños de Satanás y pone de manifiesto el Amor de Dios y el sacrificio de Jesús por el creyente. Jesús dijo: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5:39). Y por eso el apóstol Pablo nos invita: “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” (Efesios 6:10-18). Cuando dependemos de Jesús, no hay poder humano ni maligno que nos haga daño porque Jesús como el Buen Pastor cuida de nosotros como sus ovejas, nos alimenta, nos protege, nos cuida y nos carga si estamos enfermos.

 

3) UNA VIDA DE GOZO o Felicidad. “Escribimos estas cosas para que ustedes puedan participar plenamente de nuestra alegría” (1 Juan 1:4). Todo cristiano ahora se goza de la salvación que viene del Padre en el nombre de Cristo Jesús, su Hijo amado. Y esta salvación viene solamente por gracia y no por obras humanas. Como dice la Escritura: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y eso no es de vosotros, pues es un don de Dios. No por obras para que nadie se glorié” (Efesios 2:8-9). Jesús nos ha abierto el camino para entablar una relación cercana con el Padre; y el resultado de esta comunión, de esta relación, es el gozo o la felicidad del amor de Dios en nosotros. Además, el Gozo, es un fruto del Espíritu Santo. Como dice la Escritura: Más los frutos del Espíritu son: “amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,… (Gálatas 5:22). Por lo tanto, alégrate porque eres salvo por la gracia de Dios y la fe en el Señor Jesús.

 

4) UNA VIDA LIBRE DE CULPA. “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” (Romanos 8:1). Si vives tu vida siguiendo los pasos o huellas de Jesús en esta tierra, estás obedeciendo al Padre y tienes ganado el reino de los cielos. Al confiar mi vida en Jesús y aceptarlo como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, mi vida es justificada en esta tierra, y en los libros del cielo, borrón y cuenta nueva en los pecados escritos en mi libro. Mis pecados han sido perdonados como Jesús perdonó al paralítico y le dijo: levántate, anda y vete a tu casa y platícales de las maravillas de Dios (Mateo 9). Ahora ya no soy un paralítico espiritual porque estoy en movimiento siguiendo a Jesús quien me da todos los días las fuerzas para vivir.

 

5) UNA VIDA DE AMOR A MI PRÓJIMO. Después de haber aceptado a Cristo Jesús como nuestro Salvador y como discípulos de Él, nos dice: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros” (Juan 13:34-35). “El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal;… (Romanos 12:10). “El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor” (Romanos 13:10). Así que, si tu o yo vivimos el nuevo pacto, debemos amar a nuestro prójimo. Y ¿quién es mi prójimo? Mi cónyuge, mis hijos, mis padres, mis familiares, mis amigos hasta todos aquellos que no conozco, pero debo empezar por mi casa. Y si los quiero ver en el reino de los cielos, debo de hacer la diferencia en Cristo, viviendo y obedeciendo sus mandatos.

 

6) UN PACTO PERSONAL CON JESÚS. Ahora que conozco de las Escrituras, debo hacer un pacto personal con Jesús, es decir, debo de bautizarme como Él lo mandó: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; más el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:15-16). Y el apóstol Pedro hablando, lleno del Espíritu Santo a multitudes en Jerusalén fue escuchado, como dicen las Escrituras: “Al oír esto, se arrepintieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hechos 2:37-38). El apóstol Pablo y Silas le dijeron al carcelero de Filipos: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. Y él, tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos” (Hechos 16: 31-33). Así que, al hacer este pacto con Jesús, nuestros pecados son perdonados en los libros del cielo y de aquí en adelante, tenemos solo la Guía del Espíritu santo. Y cuando venga Cristo Jesús como Juez de vivos y muertos, solo nos dará el veredicto de inocentes para vida eterna porque no hay condenación para nosotros.

 

7) UNA VIDA CON SENTIDO DE MISIÓN. Jesús dijo: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:19-20). Por lo tanto, si quiero ver a mis familiares y amigos en el cielo y estar con Jesús por la eternidad, debo de ser un misionero tanto en mi casa, mi vecindad y adondequiera que vaya, hablando de Jesús como el Camino, la Verdad y la Vida.

 

 

Conclusión: El Pacto Eterno de Dios, los Diez Mandamientos son los mismos porque Dios no cambia, solo cambian de ser escritos en tablas de piedra, a las tablas del corazón y la mente. Del pueblo judío que tenía las promesas de Dios, a los gentiles o judíos espirituales, es decir, todos los cristianos que guardan su pacto. De los sacrificios de animales como corderos, a Jesús como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29). De un santuario terrenal, al Templo en el cual mora el Espíritu santo, que somos nosotros, y al santuario celestial donde mora Cristo Jesús ministrando en nuestro favor. La vida es más bonita cuando amas, cuando perdonas y no guardas rencor, cuando compartes la salvación y tienes a Cristo en tu corazón. Dios te bendiga y te guarde bajo tus Alas divinas y bajo su Abrigo. Bendiga tu familia y todas tus actividades en este día.